lunes, 25 de enero de 2010

La muerte y el más allá. Entre paraísos e infiernos.

Introducción.
La muerte en todas las culturas es el final de la vida individual, que suscita fuertes emociones y reacciones, de igual forma insta al ser humano a meditar sobre su propia existencia; sin embargo, la variedad de pensamientos y conductas en torno a la muerte, sus causas, su naturaleza, las relaciones entre los muertos y los vivos y las ceremonias que los difuntos requieren, son muy variadas.
La muerte es un elemento que juega un papel importante dentro de las religiones, porque el ser humano ve a la muerte como algo ajeno a él, no acepta que es un ser temporal y de que su permanencia en el mundo es limitada por el pasar del tiempo, por lo que las religiones le ofrecen al ser humano una forma de eludir la muerte, este rechazo al morir, hace que se busquen maneras para tratar de eludir este hecho que es completamente natural; la respuesta que las religiones encontraron a este problema fue crear un más allá, una vida después de la muerte, es decir una forma de no morir; “también se vehicula (a la muerte) por medio del mito, como construcción simbólica que postula caminos por los que el muerto deambula y cuya complejidad y variabilidad ilustran que las diferentes religiones ordenan por medio de mundos imaginarios las necesidades sociales y psicológicas que el morir desencadena” (VELASCO, 2002)
Es decir las religiones no solo ofrecen otra vida o la continuación de la vida, sino que brindan tras el cumplimiento de una serie de pautas una vida mejor en el más allá, por eso la muerte se configura como un rito de paso fundamental, pues es el paso a una vida mejor, que se sitúa en lo atemporal, donde todo es eterno y seguro; lo que es muy importante porque le da al hombre esperanza, para soportar las cosas malas de la vida, en donde se destaca la muerte, no solo la propia, también la de los seres queridos, que por el apego que tiene el hombre a este mundo temporal, donde nada es seguro, piensa que los seres que lo rodean serán eternos, y cuando choca con la realidad y se percata que todos morimos, entra en un estado depresivo, que causa mucho dolor, y es aquí donde las creencias religiosas ayudan a sobrellevar el asunto de la muerte.
De igual forma las diferentes religiones se ven en la necesidad de explicarle a la sociedad la existencia de la muerte, por lo que utilizan mitos para exponerle a las personas que la muerte es un castigo, por lo que se deben cumplir una serie de normas para poder acceder al más allá y salvarse de la muerte.
La muerte es un hecho tratado con bastante importancia dentro de una religión, podemos decir que es la base fundamental de la religión, porque justifica su existencia, de hecho vemos como cada religión posee una serie de rituales fúnebres que son muy importantes para su estudios porque reflejan como una determinada sociedad ve a la muerte.
Pero no todas las religiones ven y tratan a la muerte y al más allá de la misma forma, cada religión tiene sus particularidades, dependiendo de la sociedad donde esta religión se desenvuelva. hemos decidido tratar a la muerte en dos religiones Cristianismo, (monoteísta), y la religión de los griegos (politeísta), para así poder comparar a estas dos religiones bajo el mismo ámbito, en dos puntos específicos: el más allá y los rituales funerarios.

El más allá
*Los Griegos: en la religión griega politeísta, el paso al mas allá no esta tan definido como para los cristianos, en donde se distingue con claridad un paraíso y un infierno; por el contrario en la religión de los griegos cuando una persona fallece, se dirige a la casa de los muertos, vigilada por Hades que se le considera el dios de la muerte, de aquí que el nombre que reciba este lugar sea Hades.
El Hades es un inframundo un mundo rodeado por ríos de aguas lentas y estancadas, al cual se accede por una caverna. El reino está rodeado por 4 ríos en parte subterráneos, el Estige rio del odio, el Aqueronte rio de la aflicción, el Lete rio del olvido y el Piriflegetonte rio del fuego, lleno de tinieblas donde moran los muertos por la eternidad, en forma de sombras o espectros, son el reflejo de lo que fueron en la vida, las pocas personas entre los griegos que visitaron el hades y regresaron contaron que era un lugar terrible, donde las sombras mendigan por sangre, alimento y dinero. La mitología griega cuenta que los fallecidos entraban al inframundo cruzando un río, llamado Aqueronte, guiados por Caronte, un barquero hijo inmortal del Erebo y de la Noche, llevaba las almas de los muertos por el Estige y según otros mitos también por los demás ríos, los guiaba hasta su morada, allí les cobraban un pasaje por ir en la balsa, una moneda, denominada óbolo, entre los griegos, esta pequeña moneda era puesta bajo la lengua del difunto por sus familiares, para que cuando llegara a la entrada del inframundo pudiera pagarle a Caronte su viaje hasta el hades, sino moraría en la orilla del rio por siempre, de hecho los que no tenían amigos ni familias que les dieran la moneda a la hora de morir, no podían cruzar el rio, así que se reunían en la orilla por la eternidad.
El barquero no permitía que ningún ser vivo subiera a su barca e hiciera la travesía, Hades lo había instruido para que no dejara cruzar el río a ninguno, sin embargo la mitología cuenta que algunos héroes lograron burlar su vigilancia o convencerlo para que hiciera una excepción a la regla.
En la otra orilla del rio se encontraba Cerbero un perro de tres cabezas que era hijo de Tifón y Equidma, y era el encargado de vigilar la llegada de los espectros a la casa de los muertos, salvo en contadas ocasiones, que dejo entrar a algunos vivos, así, Orfeo logró dormirlo gracias a los sones de su música, y Eneas lo durmió gracias a una comida especial preparada por la Sibila. En combate, solamente Hércules fue capaz de derrotarle, después de encadenarlo lo llevó hasta Trezena, tras lo cual lo restituyó al Hades, este hecho es uno de los famosos trabajos de Hércules. Estas han sido las únicas veces en que Cerbero ha abandonado la entrada del reino de Hades.
Desembarcada la sombra y tras cruzar las Puertas del Hades estas quedaban completamente cerradas; los espíritus que llegan al Hades pasan entonces a través de la llanura de Asfódelo, un lugar gris, chato y nebuloso con árboles de ramas inclinadas hacia el suelo. Más allá se encuentran los prados de la Región del Erebo y la laguna Lete, donde iban a beber las sombras de los difuntos, cada vez que un espectro tomaba de estas aguas olvidaba su vida pasada, es decir perdía su conciencia, a diferencia del cristianismo, que las personas permanecen en el más allá, en una continuación de su vida en la tierra, con todos sus recuerdos, incluso junto a sus familiares; en el mundo griego esta idea no persiste, porque para ellos la vida después de la muerte si continua, pero no de la misma forma que en el cristianismo, porque al llegar a la casa de los muertos los difuntos no llegan en forma corpórea, sino como espectros o sombras es decir un vago reflejo de lo que ellos solían ser en el mundo, y una vez trascurrido un tiempo en el Hades los recuerdos de tu vida en la tierra se van difuminando, perdiendo así la conciencia de su existencia.
Estos espectros pasan por una suerte de tribunal formado por 3 jueces, Minos, Radamantis y Éaco, elegidos por su gran sabiduría y por la vida ejemplar, sometían a los espectros a un juicio, donde evaluaban los actos que habían realizado en su vida en la tierra, aquí podemos ver que como en el cristianismo el sentido moralizante que tiene el juicio, claro en el cristianismo el juicio final juega un papel mucho más trascendental a la hora de morir, porque la misma dualidad de la religión cristiana hace del juicio un elemento decisorio en la vida, (después de la muerte), del ser humano; mientras que para los griegos también tiene un sentido moralizante pues los castigos o penitencias que son impuestas a las sombras son terribles, y tienen como objetivo hacer que las personas no cometan malos actos, pero la misma estructuración del más allá de los griegos por no presentar este dualismo, sino que dentro del mismo mas allá existen muchos espacios y no están tan bien diferenciados.
Por ejemplo si moralmente el difunto era considerado ni como una persona bondadosa ni como malvada, se le guiaba hasta la llanura de Asfódelo. La gran mayoría de las sombras, pálidos reflejos de los vivos que fueron, moraban en este lugar, que era triste donde la noche y el día no eran más que un eterno crepúsculo.
Si en el juicio han sido considerados como bondadosos, entonces son enviados a los Campos Elíseos a través del Río Aqueronte, es una región menos sombría con nubes blancas y vaporosas, allí los espectros no trabajan. Entre los difuntos este era el destino de una minoría, los más afortunados, generalmente héroes,
“Si una vida de bienaventuranza, no empañada por ninguna nube sólo puede concebirse en el más alejado rincón de la tierra, celosamente salvaguardado de toda intrusión de elementos extraños, basta darse un paso más para llegar a la hipótesis de que tal bienaventuranza sólo puede gozarse allí a donde no llegue ningún hombre, ni llevado por el azar ni empujado por su propia decisión…Creíase que el único modo de asegurar la bienaventuranza de los elegidos para gozar de una vida eterna era sustraer para siempre su morada de toda indagación, a toda importuna experiencia. Esta bienaventuranza se concibe y se pinta como un estado de dicha bajo un cielo soleado; la vida de los hombres que allí moran es, dice el poeta, fácil y exenta de fatigas, se asemeja a ello la de los dioses, pero se distingue de esta porque no conocen lo que son aspiraciones y actividades.” ( ROHDE, 2006)
Por último, si han sido considerados malvados, los espíritus son enviados a la región del Tártaro, tierra bordeada por una parte de la Estige y situada en las profundidades extremas, donde reina una noche eterna. Los que han cometido los más graves pecados son arrastrados allí, en este lugar los espectros son obligados a cumplir penitencias por la eternidad, de hecho fue en este lugar donde Zeus encerró a los Titanes.
De esta manera el Hades se divide en tres partes: la de los buenos, la de los malos, y la de los que no merecen castigo ni recompensa. Y aquí vemos una similitud con el cristianismo, y la tripartición cristiana entre cielo, infierno y purgatorio, representada por Dante.
Los Griegos también poseían un lugar especial donde iban algunos elegidos, llamado el Jardín de las Hespérides, o la isla de la buenaventura, en esta isla se encuentra un árbol que da manzanas doradas que proporcionan la inmortalidad. Allí originalmente iban los héroes, o personas que por sus actos los dioses consideraban que debían ir a este lugar, tal es el caso de Ganimedes, que es raptado por Zeus y llevado al Jardín de las Hespérides
Esto nos refleja que para los griegos la salvación no es un punto de tanta importancia, quizás por el hecho de ser una religión politeísta, en donde hay muchos cultos, se encuentra realmente muy desconcentrada, no hay presencia de un dogma, como el cristiano, de hecho bastante común en las religiones monoteístas. Para los griegos la vida después de la muerte era sombría y en muy pocos casos era vista como un paraíso, ninguno de los dioses olímpicos prometían la salvación, para ellos era un destino inevitable.
Por otra parte la práctica funeraria más popular entre los griegos fue el entierro. Para ellos era fundamental ser enterrados cerca de su tierra natal, por eso siempre intentaban recuperar los cuerpos de los soldados muertos en batalla. El rito funerario debía estar ejecutado por personas especiales, generalmente familiares cercanos, en especial los hijos, que estaban obligados a cubrir los gastos funerarios, las mujeres debían preparar al cuerpo para el ritual de paso, lo más común era que las mujeres más viejas de la familia eran las que realizaban estas tareas, por tener mayor experiencia y sabiduría. La preparación del cuerpo consistía, en limpiar el cuerpo, embalsamarlo en aceite, envolverle en un sudario, pero que dejara la cara al descubierto, también era común adornarlo con coronas, cintas, joyas, y lo mas importante como dijimos anteriormente era la moneda que colocaban en la boca del difunto para cuando llegara al Hades pudiera pagar a Caronte el viaje en barco que lo llevaría a la casa de los muertos.
Una de las tradiciones griegas más peculiares era colocar un vaso con agua a las afueras de la casa del difunto, avisándoles a las personas que pasaban que allí había muerto alguien. De igual forma el agua servía para que las personas que salían de ver al difunto, se rociaban con esta agua, en una especie de proceso de purificación, porque la casa donde era mostrado el difunto se le consideraba contaminada.

* El cristianismo: en el cristianismo todos los hombres son pecadores por poseer el pecado original, cuando Eva indujo a Adán a probar de la manzana prohibida, todos los hombres cayeron del paraíso y se les condeno de pecadores, forzando a las mujeres a sufrir en el parto y a los hombres a trabajar; así que el objetivo para un cristiano es vencer el pecado, es decir no dejarse tentar por las fuerzas del diablo, en este sentido el pecado es la fuente de la muerte, porque va matando nuestra alma, incitando al hombre a satisfacer sus deseos individuales, replegándose en sí mismo, sin importarle el prójimo, pero la solución para no dejarse tentar es precisamente recurrir a la fuerza de Dios. Porque la vida auténtica no está en la satisfacción de las pasiones del ego, solo dejando a un lado estos apegos, puede alcanzarse una relación viva con Dios.
Jesús es dentro del cristianismo la figura máxima de salvación, porque el logra triunfar sobre la muerte, oponiéndose victoriosamente a la tentación y al pecado, él aplasta el poder de la muerte con la resurrección. Jesús tiene el poder de restaurar la grandeza original del ser humano, porque le devuelve a cada uno la posibilidad de salvarse, evadir los dolores de la muerte, y vivir en otra vida en el paraíso junto a Dios.
De hecho podemos decir que la resurrección de Jesús, que libera al hombre de la muerte, es la piedra angular de la fe cristiana, porque a diferencia de los griegos, estos no le dan una gran importancia a la salvación, para ellos los muertos viven como espectros en el Hades, la casa de los muertos, por la eternidad, a diferencia los cristianos pueden llegar a tener una vida mejor de la que vivieron en el mundo, porque al morir son juzgados, sus corazones son pesados y sus actos definirán a donde deben ir, si al paraíso junto a Dios o al infierno, a sufrir castigos por los malos actos cometidos en el mundo.
Para los cristianos la descomposición del cuerpo es algo temporal, porque la resurrección es salvadora, y tiene el poder de llevarte a la otra vida. en este caso y a diferencia de los griegos el Dios si promete la salvación y una vida mejor; para los cristianos no es un destino inminente ir al infierno si se hacen las cosas bien podemos salvarnos del castigo, por eso el cristianismo resalta el arrepentimiento de los pecados como una opción válida y recurrente en la vida del hombre, y dicen que si el arrepentimiento es verdadero Dios perdonara los pecados, y si nuestros pecados son perdonados, es decir que nos alejamos de las pasiones del ego, podemos entrar en conexión con Dios, y de esta forma vencer a la muerte, repetir la historia de Jesús, resucitar e ir a los cielos. De hecho en el cristianismo el infierno se torna sanador porque repara a las personas que no se arrepintieron de sus malos actos.
El infierno como lugar específico donde son castigadas las faltas o pecados de los hombres aparece con el comienzo de la era cristiana y el exilio de los judíos. El infierno pasa a representar el triunfo de la justicia divina y se desarrolla la idea de un lugar donde los pecadores sufren un continuo tormento por sus faltas y arden en un fuego eterno que jamás los consume. En el Apocalipsis se habla de un lago de fuego y azufre donde se arroja a los condenados; y en el Antiguo Testamento son numerosas las metáforas utilizadas para representar el infierno, por ejemplo se le denomina el abismo donde reina un real destructor.
Ya en el Nuevo Testamento el descenso a los infiernos de Cristo representa la llegada de la salvación; la resurrección o la subida de los infiernos de Jesús, significa la liberación de los arrepentidos, así como también la victoria definitiva sobre Satán o el diablo, entonces vemos como el fuego del infierno pasa así a convertirse en fuego purificador.
Así que podemos decir que el infierno es circunstancial ya que el infierno es un lugar en el que la redención, siempre es posible, gracias a la esperanza que proporciona el cristianismo, ejemplificada en la figura del mesías Jesús.
Pero como preparan a sus muertos los cristianos. Los ritos funerales en el cristianismo, consisten en el entierro del fallecido, la Iglesia Católica hace especial hincapié de que los difuntos sean enterrados en un cementerio cristiano; a diferencia de los griegos, el cuerpo no es adornado demasiado, porque en el cristianismo, todos los elementos del mundo terrenal son ineficientes a la hora de recibir el juicio final; una vez enterrada la persona, se hacen una serie de misas con el objetivo de orar, las plegarias tienen como objetivo comunicarse con Dios para que perdone los pecados del difunto y esta pueda acceder a la vida eterna junto a Dios. Primero se prepara una vigilia, luego la misa de funeral y posteriormente se realiza el rito de sepultura. De estos el elemento más importante es la misa del funeral, porque es el elemento central de los funerales católicos. La misa del funeral es una oración pidiendo la misericordia de Dios por el difunto y consuelo para los familiares.
Los sacerdotes que son maestros de la fe, presiden los ritos funerarios, especialmente la misa; la celebración de la liturgia del funeral es confiada especialmente a los párrocos y a los vicarios asociados. Cuando no hay un sacerdote disponible, entonces pueden presidir los ritos, diáconos, que son ministros de la palabra, del altar y la caridad.
Bibliografía

• COULIANO, Ioan. El más allá de este mundo (Paraísos, purgatorios e infiernos: un viaje a través de las culturas religiosas). Editorial Paidos. Barcelona. 1993

• ELIADE, Mircea. El mito del eterno retorno. Editorial Alianza, Madrid. 2003.


• ROHDE, Erwin. Psique. La idea del alma y la inmortalidad entre los griegos. Editorial Fondo de Cultura Económica, México, 2006. Encontrado en http://www.google.co.ve/books?id=4-oFCKoP1j4C&printsec=frontcover#v=onepage&q=&f=false Revisado el: (15-1-2010). En línea.

• VELASCO, Francisco Diez. El espejo de la muerte: religión, rito, mito e historia. Universidad de La Laguna. Canarias. 2002. Encontrado en: http://webpages.ull.es/users/fradive/artic/tanatologia.htm. Revisado el: (15-1-2010). En línea.

1 comentario:

  1. EL SHEOL
    Si bien coincido con algunas de las diferencias entre ambas concepciones greco-cristiana, se me hace oportuno comentar sobre similitudes que no fueron mencionadas en este interesante texto, y es que el cristianismo platonizado ,menciona un lugar parecido al Hades griego que denominan el seol o Sheol, este lugar donde están los espíritus ,en el antiguo testamento, son mencionados nuevamente en la Parábola del rico y lázaro, donde se infiere la existencia de dos lugares distintos en una misma región(quizas influenciado en las traducciones que se hizo al griego o quizás no), una donde esta el pueblo de Abraham y los que siguieron las leyes de moisés y otro donde están los que no la siguieron, consecuentemente a esto, es decir, el infierno surge con el nuevo testamento, pero seria una mala traducción de lo que refería al Seol o el hades, es decir cuando se muere no se iba a ningún paraíso sino a un lugar de los espíritus, , hades particular
    LA RESURRECCIÓN GRIEGA
    lo griegos si mencionan intentos de rescatar personas del mundo de los muertos, en lo que podríamos llamar como una resurrección, y en la acción de hércules de encadenar al cancerberos, notable en la similitud, en la resurrección de Jesucristo, tras haber encadenado al demonio por mil años y es importante decir que antes de la resurrección Jesús, bajo al infierno y se trajo al pueblo de abraham y luego ascendió al cielo, confirmando con ello que habían regiones en el mundo de los muertos, como el hades griego.

    EL PARAÍSO ES TAL, O ES ALGUNA REGIÓN DEL MISMO HADES
    Es decir el paraíso donde están los héroes y los hombre de gran moral, no se parece mucho a la bíblica que surge de la inocencia , con sus regiones en lo que es la contradicciones, o LO maniqueo , el paraíso expresado en el génesis es una región en la misma tierra llamada edén (o sera en el mismo Hades o el Topos Uranus) , donde fueron expulsado junto con satanás o la serpiente antigua.
    Otra cosa es que difiero en la afirmación sobre que el pecado destruye el alma como mal se interpretó a San Agustín de Hipona, el cristianismo plantea que el pecado condena el Alma al infierno, solo el arrepentimiento y el perdón salvara el alma de la persona, Hipona decía que en el Apocalipsis es que se juzga el alma, una sera integrado en uno, y la otra pulverizada, babilonia vs jerusalem
    SI HAY PECADO EN LOS GRIEGO QUE ES EL NO TENER LA MONEDA
    Y otra nota importante es decir que el cristianismo menciona a los pobres, y lo coloca en pugna con los ricos, como coloca a los grandes sacerdotes en pugna con sus propios dogmas del antiguo testamento,cuyo camino irreductible por su apego a lo material aprece ser el Infierno, los griegos colocan a los pobres como aquello que están en al orilla por no poder pasar al otro lado por no tener la fulana moneda para darla a caronte, es decir el pecado en la tierra para los griegos seria el no introducir la moneda en la jeta de los griegos oligarcas fallecidos, para así poder pasar a las regiones oscuras y algunas no tanto donde van a pasar roncha, pagan para eso, que extraño.

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